Estos incidentes incluyen agresiones físicas, hostigamiento judicial y restricciones a la cobertura noticiosa, señalando tanto al Ejecutivo como al Congreso como principales responsables. Este clima hostil se intensifica con declaraciones como la de Boluarte, quien calificó la difusión de noticias críticas como "terrorismo de imagen", lo que el gremio interpretó como una amenaza velada a la práctica periodística. Además, se alerta sobre intentos de legislar figuras delictivas que podrían criminalizar la labor informativa. Estas acciones representan un serio retroceso para la libertad de prensa y la transparencia en el Perú.
En los dos años de gobierno de Dina Boluarte, la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) registró 740 ataques contra la prensa en Perú, incluidos actos de hostigamiento judicial y agresiones físicas. El ambiente adverso hacia la prensa se atribuye tanto al Ejecutivo como al Congreso, acusados de promover acciones que buscan limitar la labor periodística. La ANP advierte que estas acciones ponen en peligro los derechos fundamentales y debilitan la libertad de expresión en el país.
Dina Boluarte asegura que ha centrado su gobierno en el desarrollo del país, pero continúa enfrentando críticas por el creciente control y hostigamiento hacia la prensa.
El Ejecutivo ha adoptado una actitud cada vez más restrictiva hacia la prensa, culpando a los medios críticos en lugar de asumir sus responsabilidades y responder adecuadamente a las críticas.
En Perú, los medios digitales han sido los más hostilizados, con 327 ataques, casi la mitad de los incidentes totales, seguidos por los medios televisivos y radiales, con 197 y 117 ataques, respectivamente.
Aarón Rodríguez, Lima.
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