“Si recibimos una demanda de este tipo del Gobierno iraquí, o si hay una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) (…) estudiaremos la pertinencia política y militar”, ha aseverado este jueves el director del departamento del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores para Nuevos Retos y Amenazas, Ilia Rogachev.
Si recibimos una demanda de este tipo del Gobierno iraquí, o si hay una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) (…) estudiaremos la pertinencia política y militar”, dijo el director del departamento del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores para Nuevos Retos y Amenazas, Ilia Rogachev.
Además, Rogachev ha descartado que Moscú llegue a unirse a la llamada coalición anti-EIIL, liderada por EE.UU., que hace más de un año comenzó su campaña de ataques aéreos en Siria e Irak sin una coordinación con las autoridades oficiales de estos países árabes.
“Es difícil para nosotros aceptar los principios que rigen esta coalición. Difícilmente podremos unirnos sobre su base actual”, ha dejado en claro el diplomático ruso.
Las declaraciones del alto funcionario de la Cancillería rusa tienen lugar un día después de que la aviación militar de este país comenzó a bombardear los objetivos de Daesh en Siria, tras recibir una petición de ayuda militar por parte del presidente sirio, Bashar al-Asad.
Sin embargo, la medida rusa tiene preocupados al régimen de Israel y EE.UU., y varios aliados de Washington, que han criticado los ataques rusos pidiendo que Moscú ponga fin a sus bombardeos.
Según el Ministerio de Defensa rusa, la operación aérea en Siria tiene como objetivo los puestos de mando de los takfiríes en las montañas, centros de comunicación, almacenes de armas, depósitos de combustible, equipo militar y medios de transporte.
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