• Un soldado ruso durante una patrulla militar en la provincia de Al-Hasaka, noreste de Siria, el 30 de noviembre de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: lunes, 18 de enero de 2021 14:08

Rusia envía un contingente de 300 militares a Al-Hasaka, noreste de Siria, para reforzar sus puestos de observación tras recientes despliegues de EE.UU. en la zona.

Nuestra unidad ha llegado a uno de los puestos de observación conjuntos en la provincia de Al-Hasaka”, ha anunciado el mayor Dmitri Suntsov, jefe de uno de los puestos de observación conjuntos ruso-sirios, tal y como ha recogido este lunes el portal Al-Masdar News.

El funcionario ha subrayado que ese despliegue tiene por meta facilitar la desescalada del conflicto en la región. “Nuestros militares vigilarán el cumplimiento del alto el fuego y brindarán todo tipo de ayuda a la población local”, ha agregado.

Rusia mantiene puestos de observación en Al-Hasaka, fronteriza con Turquía, en virtud de los acuerdos ruso-turcos para garantizar la estabilidad de la región y en el marco del apoyo que brinda al Ejército sirio, con la autorización del Gobierno de Damasco.

 

El envío de más soldados rusos a Al-Hasaka tiene lugar un día después de que EE.UU. desplegó un nuevo convoy de 35 camiones, cargados con equipo logístico y tanques de combustible, a dicha provincia, rica en recursos petroleros.

Es más, el despliegue por Rusia de más tropas en el noreste de Siria se produce el mismo día en el que las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) —respaldadas por EE.UU.— han cerrado los puntos de cruce que unen sus áreas de control con las zonas dominadas por el Gobierno sirio en Al-Hasaka.

Pese a la negativa del Gobierno de Damasco, presidido por Bashar al-Asad, y del pueblo sirio, Washington sigue enviando suministros bélicos a las zonas orientales y nororientales del país árabe, con la excusa de “proteger” los pozos de crudo de los grupos terroristas, pero, en realidad, lo que busca es robarse el oro negro de Siria.

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