James Jeffrey, el representante especial de EE.UU. para Siria, dijo el martes que, independientemente de si el actual presidente Donald Trump o el candidato demócrata Joe Biden gana las elecciones estadounidenses, no esperaba “ningún cambio” en las medidas de Washington hacia Damasco, incluidas la presencia de tropas y las sanciones.
“Creo que cualquier partido que gane las elecciones no cambiará la presencia militar estadounidense en Siria ni las sanciones impuestas al régimen sirio”, declaró Jeffrey.
Según el representante estadounidense, Washington ya ha impuesto la llamada “Ley César” a 75 personas en Siria. “Estas sanciones han sido un éxito significativo y continuarán”, indicó.
En otra parte de sus declaraciones, indicó que Estados Unidos espera que los miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) abandonen Siria, ya que, a su juicio, la presencia de este grupo en el noreste del país árabe es el principal motivo de la tensión en las relaciones con Turquía —Ankara tiene al PKK en su lista de terroristas—.
“Esperamos que esta tensión se reduzca; porque trabajamos en total coordinación con Turquía en todas las regiones de Siria excepto el noreste”, agregó el funcionario estadounidense.
El Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tras la ruptura de una tregua con el PKK en julio de 2015, ha recrudecido sus ofensivas en Siria e Irak, so pretexto de luchar contra esta guerrilla separatista.
EE.UU., bajo las políticas del republicano Trump para Asia Occidental, ha respaldado a los grupos armados de esta región, con el envío constante de suministros bélicos y logísticos, so pretexto de luchar contra el grupo terrorista Daesh.
Sin embargo, el Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, ha denunciado en reiteradas ocasiones la presencia militar ilegal de Turquía y EE.UU. en Siria, así como el apoyo financiero, armamentístico y logístico de estos dos países a las agrupaciones terroristas.
nlr/ncl/myd/hnb