La agencia oficial siria de noticias, SANA, ha informado el viernes que las unidades de artillería del Ejército de Siria recrudecieron sus ataques contra los bastiones del grupo terrorista Frente Al-Nusra (ahora denominado Frente Fath Al-Sham) y la agrupación takfirí denominada Yeish Al-Izza en el noroeste del país.
La operación se desarrolló después de que los extremistas volvieran a atacar con misiles y proyectiles los poblados de Kafra Nabuda, Kernaz y Al-Hwez, ubicados en la zona desmilitarizada entre las provincias de Idlib (noroeste) y Hama (centro-oeste), así como instalaciones militares, lo que vulneró el alto el fuego acordado por Turquía y Rusia el 17 de septiembre de 2018.
Además, los aviones de combate sirios, respaldados por las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, realizaron ofensivas aéreas contra los terroristas en las regiones norteñas de Hama y las vecinas sureñas de Idlib.
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Un gran número de extremistas murió en las operaciones y sus equipos y vehículos militares quedaron destruidos, ha detallado la agencia siria.
El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) ha anunciado que, en las últimas 24 horas, las aviaciones siria y rusa realizaron unos 35 ataques en las áreas controladas por los terroristas en el noroeste del país.
El pasado 29 de mayo, el viceministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal al-Miqdad, anunció que su país estaba determinado a liberar la provincia de Idlib, desde donde los terroristas suelen lanzar ataques y cohetes indiscriminadamente contra las zonas residenciales.
A este respecto, Damasco exige al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) condenar los ataques de los extremistas contra los civiles y responsabilizar de las matanzas a los mismos países que secundan el terrorismo en Siria.
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