“Al cooperar con Cuba en su ‘Soberana 02’ [nombre de la vacuna cubana contra el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19], Irán está enviando el mensaje de que no se verá impedido, ni coaccionado, y que continuará buscando la independencia, el corazón palpitante de la narrativa nacional de Irán”, ha afirmado este miércoles Qonche Tazmini, experta en geopolítica iraní, citada por la red turca TRT World.
Conforme a sus declaraciones, Irán, debido a la posibilidad de una cuarta ola del coronavirus y el problema de las variantes emergentes, debe responder al tema rápidamente. Esto mientras Teherán enfrenta dificultades para importar vacunas de otros países y esto “lleva al país a mirar más allá del ‘Occidente’”.
Las sanciones de EE.UU. han obstaculizado el acceso de Irán a equipos médicos y productos farmacéuticos, complicando el proceso de importación de vacunas desde el exterior.
No obstante, Irán y Cuba, dos aliados bajo el yugo de las sanciones unilaterales de EE.UU., llegaron a un acuerdo a principios de enero para cooperar en la complementación de evidencias clínicas del candidato vacunal cubano contra el nuevo coronavirus, Soberana 02.
La producción de esta vacuna gira entorno a la tecnología de subunidades, durante la cual se produce parte de la proteína del virus, cuya metodología técnica se transferirá a Teherán durante esta cooperación conjunta.
Helen Yaffe, profesora de Historia Económica y Social de la Universidad de Glasgow y autora de We Are Cuba!: How a Revolutionary People Have Survived in a Post-Soviet World (¡Somos Cuba!: Cómo ha sobrevivido un pueblo revolucionario en un mundo postsoviético, en español), dijo, a su vez, al respecto, a TRT World, que “EE.UU. aumentó las sanciones contra Cuba con la esperanza de que eso, combinado con la pandemia y la crisis económica, realmente llevaría a Cuba al límite”.
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