Tras culminar su viaje a Siria y Turquía, Putin supervisó desde el crucero Mariscal Ustinov unos ejercicios militares que “concluyeron con unos disparos de misiles hipersónicos”, según precisó el Kremlin, en un comunicado.
Se lanzaron misiles hipersónicos Kinzhal (‘puñal’, en ruso) y de crucero Kalibr en los ejercicios militares, en los que participaron las flotas rusas de los mares Negro y del Norte. Entre los buques implicados en las maniobras, hubo dos fragatas, otro de lucha antisubmarina, varios de desembarco y también aviones.
“Un dúo de caza-interceptores Mig-31K disparó misiles Kinzhal contra un blanco dispuesto en una de las regiones donde se realizaron las pruebas”, se lee en el comunicado del Kremlin.
El misil Kinzhal fue probado por primera vez en marzo de 2018 y en diciembre de ese año, el Ministerio de Defensa ruso anunció la puesta en servicio de los primeros misiles hipersónicos Avangard, calificados por Putin como “prácticamente invencibles”.
Moscú realiza con frecuencia maniobras militares a gran escala en Crimea, península que se reintegró en 2014 a Rusia, después de que sus residentes lo decidieran en un referendo. El tema de Crimea es la fuente del deterioro de los lazos de Rusia con Europa y EE.UU., que conllevó varias rondas de sanciones para los rusos.
Dmitri Trenin, director del think tank (laboratorio de ideas) del Centro Carneige de Moscú (capital rusa), reveló en 2016, que Putin podía proyectar el poder militar de Rusia hacia un nivel no visto desde la época de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). “La reforma militar ha dado a Rusia, al Kremlin (y) al Sr. Putin un instrumento útil de política exterior que no tuvo Rusia durante un cuarto de siglo”, dijo Trenin.
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