El ministro ha vuelto a asegurar este lunes que Rusia no podía tener ningún motivo para envenenar al exagente Serguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury el pasado 4 de marzo, al tiempo que ha argumentado que los servicios secretos y el Gobierno británico sí pueden estar interesados en acusar a las autoridades rusas.
En este sentido, ha recordado que mientras Londres asevera que “no hay otra explicación verosímil” más que la de que el Estado ruso estuvo detrás del ataque con el agente nervioso, en verdad sí que hay otras explicaciones, como las que mencionan los expertos que dicen que acusar a Rusia puede beneficiar a los servicios especiales británicos, “conocidos por su capacidad de actuar con licencia para matar”, ha enfatizado.
Asimismo, ha dicho que responsabilizar a Moscú por el caso Skripal “también puede beneficiar al Gobierno del Reino Unido, que está en una situación incómoda por incumplir las promesas dadas a sus electores respecto a las condiciones del Brexit”, ha indicado durante una conferencia de prensa en Moscú.
(responsabilizar a Moscú por el caso Skripal) también puede beneficiar al Gobierno del Reino Unido, que está en una situación incómoda por incumplir las promesas dadas a sus electores respecto a las condiciones del Brexit”, ha indicado el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov.
Es por ello que a la vez que ha rechazado una vez más que Rusia haya tenido papel alguno en este caso, ha afirmado que sí está muy interesada en que se establezca la verdad y que Londres “no podrá evitar las preguntas que le hacen públicamente” sobre el caso como las que la propia Cancillería ha remitido a su Gobierno.
“La incapacidad de nuestros socios británicos de contestarlas significará que todo ello es una historia inventada, o, más concreto, una provocación gravísima”, ha apuntado.
Ha opinado que en tiempos de la Guerra Fría existía algunas reglas, pero ahora el Reino Unido y Estados Unidos las quebrantan todas y están jugando a un “juegos de niños”, por lo que ha considerado que no depende de Rusia hasta cuando y dónde se extienda la crisis entre Moscú y Occidente por este caso.
El pasado 14 de marzo, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento del exespía, por lo que, junto a otros 28 países, expulsaron a más de 100 diplomáticos rusos. Rusia, que considera infundadas estas acusaciones, respondió de manera simétrica a 25 países, al ordenar la expulsión de su territorio de 142 diplomáticos extranjeros.
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