Este es el Río Paraná, en 1845, en la Batalla de vuelta de obligado, la flota anglo francesa, llegó a estas aguas para, a fuerza de cañón, declararlas de libre navegación internacional. Hoy han regresado con sus empresas, privatizando los puertos y rebautizando al Paraná como “hidrovía”.
Es la fertilidad del suelo argentino la que se escapa a través de la privatización de sus puertos, que al mismo tiempo fomenta el narcotráfico y el crimen organizado.
Mientras tanto, en el Hotel Llao Llao de Bariloche, las corporaciones extranjeras y sus representantes locales del círculo rojo, se encuentran para ponerle precio a la soberanía de Argentina
Sebastián Salgado, Buenos Aires, Argentina
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