• El viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, habla durante un acto oficial.
Publicada: sábado, 13 de enero de 2018 19:07

Rusia denuncia que la nueva ronda de sanciones que probablemente impondrá Washington a Moscú pretende influir indirectamente en los asuntos internos del país euroasiático antes de las elecciones presidenciales previstas para el 18 de marzo de 2018.

En una entrevista concedida este sábado a la agencia local de noticias TASS, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, ha informado de que Washington va a presentar dos reportes antirrusos, en los que se incluirán sanciones contra Moscú.

“Lo vemos como otro intento de influir en nuestra situación interna, especialmente antes de la elección presidencial”, ha condenado Riabkov.

A este mismo respecto, el vicecanciller ruso ha detallado que es probable que uno de los reportes amplíe el número de funcionarios y compañías rusos que entran en la lista de embargos, y el otro cubrirá el tema de la efectividad actual de las sanciones.

Imponer más sanciones antirrusas por parte de EE.UU. “Lo vemos como otro intento de influir en nuestra situación interna, especialmente antes de la elección presidencial”, denuncia el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Riabkov.

 

Ante esta situación ha asegurado que Moscú mantiene todas las opciones sobre la mesa para contrarrestar las medidas antirrusas de EE.UU., y afirma que el presidente Vladimir Putin adoptará medidas adecuadas al respecto.

“Lo tomamos filosóficamente”, dice el diplomático ruso. “Podemos ver aquí otro intento de influir en nuestra situación interna, especialmente antes de las próximas elecciones presidenciales”.

Tras criticar que varios países del mundo son blanco de los embargos estadounidenses, el diplomático ruso ha denunciado que “cualquier acción de cualquier participante en la comunidad internacional, que Washington no disfrute, resulta en sanciones de los Estados Unidos”.

Estados Unidos acusa a Rusia de intervenir en sus elecciones presidenciales de enero de 2016 para ayudar a Donald Trump a alcanzar la Casa Blanca, acusación rechazada de plano por Moscú.

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