“Se trata de una flagrante violación de la ley internacional”, ha denunciado el embajador ruso ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vladimir Safronkov, en una reunión de urgencia convocada para tratar el ataque misilístico de EE.UU. contra la base militar de Al-Shairat en Homs, en el centro de Siria, en la madrugada de este viernes.
Según el diplomático ruso, las consecuencias de este ataque para la estabilidad regional e internacional “pueden ser extremadamente graves”, según recoge la agencia oficial de noticias rusa TASS.
las consecuencias de esto para la estabilidad regional e internacional “pueden ser extremadamente graves”, ha indicado el representante ruso ante la ONU, Vladimir Safronkov.
Esta ofensiva sólo contribuye al fortalecimiento de los grupos terroristas, ha indicado Safronkov, al tiempo que ha reiterado la “fuerte condena de su país por estas ilegítimas acciones” en contra de la “soberanía territorial” de Siria.
"El ataque se dirigió a la infraestructura de las Fuerzas Armadas sirias y su aviación militar, es decir, a una fuerza que ha llevado a cabo una lucha implacable contra los grupos terroristas EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra durante todos estos años”, ha lamentado.
Asimismo, ha enfatizado que el ataque evidencia una violación del memorando de prevención de incidentes aéreos firmado entre Washington y Moscú, que la parte rusa lo suspendió el mismo viernes en respuesta a la acción militar norteamericana.
El embajador ruso también ha reprobado a los Gobiernos del Reino Unido, Francia y EE.UU. por mantener “una paranoica idea” para derrocar “al Gobierno soberano de Siria”, echando en cara a los representantes de esos tres países occidentales las “acciones no diplomáticas” de sus Ejecutivos.
En su intensa intervención, el político ruso además ha culpado a los grupos armados y extremistas de un ataque químico registrado el martes en la localidad de Jan Sheijun en la provincia noroccidental siria de Idlib.
EE.UU. pretextó ese ataque químico para su ofensiva misilística, ni la ONU ni la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) han reportado los resultados de su indagación sobre este incidente. El ataque estadounidense, que dejó al menos nueve civiles muertos, entre ellos cuatro niños, despertó una ola de condena y rechazo a nivel mundial.
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