Según el comunicado, en el siglo XX, la gran nación de Irán, bajo el liderazgo profético Imam Jomeini (la paz sea con él), hizo una gran revolución que trajo independencia, libertad y autoridad a Irán y su pueblo.
Asimismo, ha señalado que la Revolución Islámica “ha convertido a Irán de un país dependiente de los extranjeros en un país poderoso, efectivo y determinante en la región y el mundo”.
La nota subraya que la República Islámica de Irán, con resistencia ante las tormentas de complots y traiciones, ha logrado transformarse en “símbolo de la resistencia ante las crueldades” para los oprimidos del mundo.
En cuanto a la coincidencia del aniversario de la victoria de la Revolución Islámica con el triunfo del Eje de Resistencia ante las agresiones israelíes, el documento ha recalcado que esto augura “la victoria final de Palestina y la destrucción de la arrogancia y el sionismo global”.
Al invitar al pueblo iraní para hacer épica la presencia en la marcha del 22 de Bahman (11 de febrero), ha destacado que la asistencia del pueblo iraní “deslumbrará a los ojos del mundo y decepcionará a los enemigos”.
El 11 de febrero de 1979 el Imam Jomeini, tras casi 15 años de exilio en Turquía, Irak y finalmente en Francia, desde donde regresó a Irán, ejerció su liderazgo y motivó con sus discursos al pueblo para dar el último golpe al régimen Pahlavi.
Ese día, la escena internacional conoció un modelo de sistema político diferente a los que existían hasta ese momento, es decir, un sistema independiente de los dos principales bloques del Este y Oeste.
Cada año, durante diez días (del 1 al 11 de febrero), los iraníes celebran la “Década del Alba” o “Daheye Fajr”, periodo en que el pueblo intensificó su lucha revolucionaria para poner fin al régimen monárquico del shah Mohamadreza Pahlavi.
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