“El régimen sionista y sus aliados deben rendir cuentas por sus acciones; se debe establecer un alto el fuego permanente en Gaza para garantizar el acceso sin obstáculos de la población de Gaza a la ayuda humanitaria; la causa palestina y el derecho a la autodeterminación de los palestinos deben ser materializados; se debe evitar cualquier intento de Israel de anexar los territorios ocupados; las fuerzas del régimen sionista deben retirarse de inmediato de los territorios ocupados en Gaza, el Líbano y Siria”, ha insistido este miércoles Araqchi durante el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Organización para la Cooperación Económica de los ocho países musulmanes en de desarrollo (D-8), en El Cairo, Egipto.
De acuerdo con el titular persa, “la comunidad internacional ha fracasado de manera vergonzosa a la hora de detener las acciones agresivas, los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y el genocidio del régimen sionista”.
Todo ello, ha denunciado, “se debe principalmente al apoyo político, militar, de inteligencia y financiero del Gobierno de Estados Unidos a Israel”.
El máximo diplomático iraní también ha expresado esperanza de que la venidera cumbre de los líderes del D-8 envíe un mensaje contundente al mundo de que “las agresiones y la violencia de Israel en Gaza, el Líbano y Siria deben cesar de inmediato”.
Este jueves, se celebrará la XI Cumbre de D-8 en El Cairo para abordar los acontecimientos y cambios económicos y políticos del mundo islámico.
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, ha partido este miércoles de Teherán rumbo a El Cairo, para asistir a la cumbre, al margen de la cual sostendrá reuniones bilaterales con algunos de los líderes y funcionarios participantes en dicha cita y discutirá temas bilaterales, regionales y globales.
En declaraciones antes de partir de Teherán, Pezeshkian ha anunciado su intención de llevar a cabo diálogos con algunos líderes para analizar cómo las naciones islámicas pueden actuar juntas frente a la opresión y los crímenes de Israel, “adoptando un lenguaje y una visión compartidos, además de una diplomacia más activa para defender los derechos del pueblo oprimido de Gaza, Palestina, el Líbano y Siria”.
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