La Conferencia Conjunta de Iglesia y Desarrollo (GKKE) “pide al Gobierno alemán que no autorice la exportación de armas a Israel si hay sospechas suficientes de que las armas se utilizarán para cometer graves violaciones del derecho internacional humanitario”, declaró el presidente católico de la misma, Karl Jüsten.
Jüsten agregó durante una rueda de prensa que no debe ser exportado a Israel armamento como munición para tanques, mientras el gabinete de Benjamín Netanyahu “no conceda una prioridad significativamente mayor a la seguridad de la población civil de Gaza”.
Max Mutschler, presidente del grupo de expertos en exportaciones de armas de la GKKE y miembro del Centro Internacional para el Estudio de Conflictos de Bonn, calificó como “preocupantes” las cifras de aprobación de exportaciones durante los tres primeros trimestres de este año, señalando el elevado volumen registrado en 2023 como un precedente alarmante.
Por su parte, Anne Gidion, presidenta protestante de la Conferencia Conjunta de Iglesia y Desarrollo, criticó que el gobierno tripartito liderado por el canciller Olaf Scholz no haya cumplido con la promesa, incluida en el acuerdo de coalición, de establecer durante esta legislatura una ley que regule el control de las exportaciones de armamento.
Alemania, uno de los principales proveedores de armas al régimen israelí, vendió en 2023 equipos y armamento por un valor de 326,5 millones de euros (equivalentes a 353,7 millones de dólares), según datos del Ministerio de Economía alemán.
Este armamento suministrado al régimen sionista es utilizado por Israel para perpetrar masacres contra palestinos en la Franja de Gaza y escalar conflictos en otros países de Asia Occidental.
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