El portavoz de la Cancillería iraní, Esmail Baqai, ha rechazado este miércoles la acusación planteada por el jefe del Servicio de Seguridad británico, más conocido como MI5, Ken McCallum, sobre el supuesto creciente intento de la República Islámica de atacar a ciudadanos británicos.
McCallum afirmó el martes que ha habido un “ritmo y escala sin precedentes” de complots urdidos supuestamente por la República Islámica desde 2022, lo que representa una “amenaza potencialmente letal” para los ciudadanos británicos y los residentes del Reino Unido.
El responsable advirtió, además, que “Irán podría atacar” cada vez más a los británicos en el Reino Unido si la guerra israelí en Gaza y El Líbano se intensifica en Asia Occidental.
El vocero de la Diplomacia persa ha denunciado que durante los últimos dos años los servicios de inteligencia británicos han repetido tales acusaciones “infundadas” contra Irán sin presentar ningún documento o pruebas.
Ha dicho que el repetido uso del término “potencial” por parte de las autoridades británicas sobre las acusaciones falsas contra Irán es parte de los intentos de Londres de “demonizar” la República Islámica y distorsionar la opinión pública sobre el papel del gobierno británico en la continuación del genocidio de los palestinos y la instigación de guerras por parte del régimen sionista en la región.
Baqai ha aconsejado a las autoridades británicas que, en lugar de presentar “acusaciones infundadas y temas engañosos, utilicen su influencia para detener la agresión y los crímenes del régimen ocupante” en la Franja de Gaza y toda la región.
Ha criticado además a Londres por acoger a grupos y organizaciones terroristas que, aprovechándose del concepto de ‘libertad de expresión’, promueven sistemáticamente la violencia, el terrorismo y el odio, y recordado la responsabilidad de todos los gobiernos para combatir el terrorismo y la incitación de la violencia.
El diplomático persa ha concluido pidiendo al Reino Unido que revise sus políticas no constructivas hacia el pueblo palestino y la región de Asia Occidental.
El Reino Unido junto con sus aliados occidentales como Estados Unidos, Francia y Alemania, entre otros, ha recurrido a excusas vacías, entre ellos las acusaciones sobre la situación de los derechos humanos, el programa nuclear pacífico y de misiles y drones de Irán para ejercer presión e imponer sanciones al país persa.
Teherán, a su vez, ha tomado represalias y señalado que estos países, que tienen un negro historial de los derechos humanos y avivan las llamas de la guerra en el mundo con su apoyo militar a los agresores, carecen de moral para enseñar lecciones a otros.
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