En una reunión sostenida el sábado con el enviado del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Geir Pedersen, al margen del 78.º período ordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), el titular iraní ha alertado sobre la difícil situación económica a la que se enfrenta Siria y los efectos de las sanciones en la vida cotidiana del pueblo sirio.
“La economía y el sustento del pueblo, la lucha contra el terrorismo y la erradicación de los restantes miembros de los grupos terroristas, el envío de ayuda humanitaria y el regreso de los refugiados se encuentran entre los temas en los que se espera que las Naciones Unidas ayuden al Gobierno y al pueblo sirios”, remarcó.
Durante dicho encuentro, Pedersen ofreció un reporte sobre su misión en Siria, y al compartir sus puntos de vista en cuanto al proceso político en este país, agradeció a la República Islámica por su apoyo en la lucha contra el terrorismo y la cuestión del regreso de los refugiados.
Estados Unidos, a la cabeza de decenas de sus aliados, desplegó tropas en Siria en 2014, con el pretexto de luchar contra el grupo terrorista Daesh. La coalición liderada por el país norteamericano ha mantenido su presencia militar en el país árabe, a pesar de que fue Siria y sus aliados, incluidos Irán y Rusia, quienes derrotaron a la banda ultraviolenta.
El Gobierno estadounidense también impuso amplias sanciones económicas contra Siria en medio de la ardua batalla de la reconstrucción y la recuperación de su territorio.
Las medidas restrictivas han bloqueado las importaciones de bienes esenciales, afectando, además, el acceso del pueblo sirio a equipos médicos, alimentos, calefacción, gas y electricidad.
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