El ataque contra los miembros de la Fuerza de Resistencia Popular (Basich) ocurrió el sábado por la noche en la ciudad de Nurabad, en el condado de Mamsani, en la provincia suroccidental de Fars, según los medios locales.
“Alrededor de las 19:50 del sábado (…) dos personas que viajaban en una motocicleta comenzaron a disparar a ciegas con escopetas hacia las fuerzas de seguridad basiyíes que estaban estacionadas en el lado sur de la plaza Moalem en la ciudad de Nurabad Mamsani”, informó el adjunto político y de seguridad de la provincia de Fars, Esmail Qezel Sefli.
En principio, el ataque dejó cuatro guardias de seguridad iraníes heridos, pero uno sucumbió a la gravedad de sus heridas. Los agresores se dieron a la fuga.
Last night, US backed terrorists murdered another officer of the law in Iran's Fars Province. pic.twitter.com/FtJHPqtHTk
— Seyed Mohammad Marandi (@s_m_marandi) September 17, 2023
Los medios de comunicación hostiles y líderes de los alborotos del año pasado hicieron masivos llamamientos a celebrar protestas el sábado en Irán en un intento por revivir los disturbios en el país, coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Mahsa Amini, una mujer iraní de 22 años, que perdió la vida el 16 de septiembre del año pasado en un hospital, después de desplomarse en una estación de policía en Teherán, la capital.
La muerte de la mujer fue aprovechada por los alborotadores apoyados por los países extranjeros para provocar los disturbios en el país.
Sin embargo, pese a las masivas campañas para provocar nuevos disturbios en Irán el sábado en el aniversario del fallecimiento de Mahsa Amini, el proyecto desestabilizador fracasó en el país y la calma se vivió casi en todo el país.
Las autoridades iraníes consideran los actos vandálicos del año pasado como parte de un plan diseñado y financiado desde Estados Unidos, Israel y varios países europeos para desestabilizar y derrocar el sistema de República Islámica.
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