El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian, en una llamada telefónica sostenida este jueves con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, ha rechazado la intención del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU) de realizar una reunión sobre los recientes acontecimientos en el país persa y ha tachado el posible encuentro de “un movimiento fallido”.
“La reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe celebrarse para los gobiernos que promueven la violencia y el terror, y no para la República Islámica de Irán, que es un verdadero defensor de los derechos humanos”, ha aseverado el canciller iraní.
Ha recalcado que el Gobierno iraní ha actuado con una profunda moderación en los recientes disturbios y ha advertido de que las medidas politizadas del CDHNU tendrán efectos negativos en la colaboración de Irán con el Occidente.
Amir Abdolahian también ha criticado el doble rasero de ciertos países occidentales, encabezados por EE.UU., así como las intervenciones de un medio de comunicación de un país árabe en los asuntos de seguridad y los recientes disturbios en Irán.
El canciller persa ha dicho a Guterres que algunos gobiernos occidentales, abusando de las manifestaciones pacíficas en Irán, utilizaron el ciberespacio y otros medios para enseñar a fabricar armas, lo que es contrario a la Carta de las Naciones Unidas y resultó en asesinatos de fuerzas policiales y la matanza del grupo terrorista Daesh en la ciudad de Shiraz.
El 26 de octubre, un hombre armado abrió fuego con un rifle de asalto Kalashnikov contra los fieles que estaban dentro del sagrado mausoleo Shah Cheraq, en la ciudad iraní de Shiraz. El grupo terrorista Daesh se atribuyó la responsabilidad del ataque que dejó 15 muertos y decenas de heridos.
Por su parte, Guterres, al referirse a las funciones del CDHNU, ha rechazado cualquier intervención política de este organismo en los asuntos internos de los países.
Irán ha sido escenario de incidentes de violencia callejera a raíz de la muerte de una mujer identificada como Mahsa Amini, de 22 años de edad, quien perdió la vida el 16 de septiembre en un hospital días después de estar bajo custodia policial. Las autoridades iraníes ven las huellas de Estados Unidos, Israel y varios Estados europeos en los recientes actos vandálicos y aseguran que actuarán con firmeza ante los que atentan contra la seguridad y la paz interna.
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