El portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, ha indicado este jueves que Teherán sigue de cerca las manifestaciones populares y huelgas generalizadas en Francia, que se basan en las reivindicaciones pacíficas de los ciudadanos de este país.
“Condenamos el uso de la fuerza y la violencia para que los huelguistas vuelvan al trabajo sin atender sus demandas, y la brutal represión de los manifestantes por la Policía francesa”, ha recalcado.
El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha denunciado que esta represión evidencia “la hipocresía” de las autoridades francesas. “Por un lado, siguen con sus medidas coercitivas y violentas, las cuales ya han sido utilizadas contra las manifestaciones de los chalecos amarillos, y, por otro lado, predican hipócritamente y crean un ambiente hostil contra otros países”, ha agregado.
Durante las últimas semanas, Francia ha recurrido al uso de la fuerza para reprimir las protestas y las demandas de su población, que reclama una mejora de su calidad de vida, tanto en salarios por la incesante subida de la inflación, como por mejoras en la sanidad y en la educación.
Esta represión, mientras París no deja de expresar su apoyo a los últimos disturbios en Irán, ha generado preguntas sobre las verdaderas intenciones del país europeo a la hora de hablar sobre la libertad en otros países.
Efectivamente, el presidente galo, Emmanuel Macron, condenó en su día la actuación de Irán en los recientes disturbios que estallaron después de la muerte de una joven iraní Mahsa Amini. “Estamos junto a estas mujeres. Es un pueblo soberano que lucha por su libertad”, manifestó.
Las autoridades iraníes denuncian la “clara hipocresía” en la actuación de Francia asegurando que “los derechos humanos en el diccionario de muchos gobiernos reclamantes en Occidente no son más que un juguete y una herramienta para lograr objetivos políticos e interferir en los asuntos internos de otros países”.
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