El máximo diplomático persa, Mohamad Yavad Zarif, ha discutido este domingo la crisis de seguridad que azota al país centroasiático, azolado por guerra, durante una reunión mantenida en Teherán, capital persa, con el enviado personal del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Afganistán y Asuntos Regionales, Jean Arnault.
Refiriéndose a la peligrosa situación en Afganistán y la caída de varias importantes ciudades a manos del grupo armado Talibán, Zarif ha dicho que las políticas erróneas adoptadas por las potencias extranjeras se encuentran entre los factores más importantes que crean las condiciones actuales en el vecino oriental de Irán.
“La comunidad internacional debe adoptar una postura clara en apoyo del arreglo político de la crisis en Afganistán y también condenar la violencia y sus consecuencias”, ha subrayado el jefe de la Diplomacia persa.
Irán: Sólo un diálogo interafgano puede zanjar la crisis
Ha expresado la disposición de la República Islámica para contribuir a facilitar las conversaciones entre las partes afganas implicadas en la crisis para promover la paz en este país, al tiempo que ha recalcado que los problemas actuales solo se resolverán mediante un diálogo interafgano.
Arnault, por su parte, ha resaltado el papel importante de Irán en el proceso de paz en Afganistán y ha subrayado que la resolución de la crisis en el país centroasiático requiere una “cooperación colectiva”.
El diplomático francés ha hecho hincapié en que un diálogo interafgano es la única solución a los problemas en Afganistán y ha considerado como fructíferos los encuentros que mantuvo en Teherán con algunos de los responsables iraníes.
La República Islámica ha reiterado una y otra vez su disposición para ofrecer todo tipo de apoyo al proceso de diálogo que encamine al fin del conflicto y la crisis en curso en Afganistán.
En esta línea, Teherán acogió en julio una reunión de alto nivel entre el equipo negociador de los talibanes y funcionarios del Gobierno afgano.
La crisis se ha deteriorada en Afganistán después de que los talibanes invadieran varias de las más importantes ciudades en paralelo a la retirada de las tropas estadounidenses que, a la cabeza de sus aliados, invadieron el territorio afgano en 2001, con el pretexto de luchar contra el terrorismo y deponer a Talibán.
Según varios expertos y observadores, el reforzamiento de este grupo insurgente revela la ayuda encubierta que le provee Washington y constituye una clara evidencia de que Estados Unidos pretende legitimar su presencia en la región.
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