“El Reino Unido, que tiene un largo historial de infiltración, creación de redes y generación de propaganda en varios países, tenía planeado implementar un proyecto con el objetivo de crear redes culturales” en connivencia con el British Council (Consejo Británico) en Irán, ha alertado este martes el Ministerio iraní de Inteligencia, por medio de un comunicado.
Efectivamente, conforme ha indicado la Cartera iraní, los servicios de inteligencia de la República Islámica impidieron que el Reino Unido “implementara (el referido proyecto) y lograra su objetivo” de infiltrarse en la esfera educativa de Irán.
Por todo ello, la Inteligencia iraní ha avisado de que cualquier forma de cooperación con el British Council, el llamado instituto británico público de difusión del conocimiento de la lengua inglesa —que tiene un historial de ayudar a Londres a reclutar espías—, está prohibida y será perseguida judicialmente.
El Reino Unido, que tiene un largo historial de infiltración, creación de redes y generación de propaganda en varios países, tenía planeado implementar un proyecto con el objetivo de crear redes culturales” en connivencia con el Consejo Británico en Irán, alerta el Ministerio iraní de Inteligencia.
En diferentes ocasiones, la República Islámica ha detenido a espías provenientes del Reino Unido que buscaban realizar operaciones de espionaje en territorio iraní. Es más, las fuerzas de seguridad iraníes detuvieron en abril de 2018 a los miembros de un equipo afiliado a los servicios de inteligencia del Reino Unido, que mantenían vínculos con los grupos antirrevolucionarios que lideraron los violentos disturbios postelectorales de 2009 en el país persa.
Asimismo, el pasado mes de mayo, un tribunal de Irán condenó a diez años de prisión a una ciudadana iraní por espiar para el Reino Unido. La mujer estaba a cargo de proyectos culturales del British Council y cooperaba con las agencias de inteligencia británicas.
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Sobre el Consejo Británico, fundado en 1934, recaen masivas sospechas de que se utilice como herramienta para detectar talentos y reclutar personal para el Servicio Secreto de Inteligencia del país europeo, mejor conocido como MI6.
Convencida de ello, Rusia también decidió en 2018 suspender la actividad del British Council en su suelo, alertando de su “estatus irregular”.
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