Tres meses después que 12 mil barriles de crudo, se derramaran en las costas de Perú provocando uno de los mayores desastres ambientales del país, las manchas del petróleo todavía no se han borrado por completo.
La petrolera española Repsol, en cuyas instalaciones se produjo el incidente dice haber terminado con la operación de limpieza en 21 de las 46 playas. La fiscalía de Perú exigió este viernes que Repsol detenga de inmediato los impactos ecológicos del derrame.
La fiscalía de Perú también urge al estado que identifique cuanto antes las actividades económicas afectadas por el incidente. Tras el derrame, 5 mil pescadores vieron afectados sus ingresos, impedidos de realizar sus faenas cotidianas de pesca por la contaminación en la zona.
Los afectados recibieron en enero 125 dólares y en marzo, Repsol les pagó un adelanto de indemnización de unos 810 dólares que consideran insuficiente con la alta inflación.
Perú ha ordenado el impedimento de salida del país por 15 meses para varias autoridades de Repsol, mientras se documenta y se estima los daños para luego exigir la indemnización a la petrolera.
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