Los testigos han informado este miércoles que el ejército israelí ha ordenado a los residentes palestinos del campo de refugiados de Nur Shams, en la gobernación de Tulkarm, en el noreste de Cisjordania ocupada, que evacuaran en medio de una ofensiva militar en la zona.
El campo de refugiados de Nur Shams ha estado sitiado por Israel durante al menos cuatro días.
Asimismo, los testigos presenciales han informado que “las fuerzas de ocupación irrumpieron en una mezquita del campamento y utilizaron altavoces para pedir a los residentes que se marcharan, ya que el campamento había estado bajo ataque durante los últimos cuatro días”.
Las fuerzas israelíes desplegaron soldados de a pie, vehículos militares y bombas de sonido en los callejones y entradas del campamento.
Dispararon repetidamente balas reales y bombas de sonido para crear miedo y pánico entre los refugiados.
Según testigos, los palestinos que abandonan el campamento son registrados e interrogados por las fuerzas israelíes antes de que se les permita salir.
Los refugiados describieron la situación como “extremadamente difícil, con casas y tiendas destruidas, calles arrasadas y soldados, atacando brutalmente las casas y rompiendo muebles”.
Las fuerzas israelíes “atacaron a jóvenes, expulsaron a ancianos sin permitirles llevarse artículos básicos como ropa y confiscaron teléfonos móviles”, han remarcado los refugiados.
Conforma a la Oficina de Prensa del Comité de Servicios del Campamento de Nur Shams, “miles de personas desplazadas, incluidas mujeres, niños, ancianos y enfermos, han huido del campamento”.
Acuerdo con el grupo de ayuda de los Médicos Sin Fronteras (MSF), el ataque israelí en Yenín y Tulkarem, en el norte de Cisjordania, ha desplazado a más de 38 000 palestinos.
Desde octubre de 2023, durante la agresión a Gaza, casi mil palestinos han sido martirizados por las fuerzas israelíes en la Cisjordania ocupada, y alrededor de 7000 personas han resultado heridas. Además, las fuerzas israelíes han arrestado a 4300 personas inocentes de Cisjordania.
Por tercera semana consecutiva, el régimen de Israel continúa su ofensiva contra la Cisjordania ocupada. Las operaciones que comenzaron en el campo de Yenín, ahora se ha extendido a los campos de refugiados de Tulkarm, Nur Shams y El Faraa. Solo el pasado domingo asesinaron a dos mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses, y un joven. Además, decenas de familias se vieron obligadas a abandonar sus casas.
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