Estas valiosas piezas que datan de casi 1000 años antes de Cristo, han vuelto finalmente a su tierra, Irak. El Museo Nacional en la capital Bagdad, las exhibe. Forman parte de las innumerables colecciones de la antigua Mesopotamia, robadas durante la ola de ataques y destrucción que arrasó a la ciudad, tras la caída de Sadam Husein.
No ha sido un trabajo sencillo. Así lo confirma el canciller del país árabe, para quien estos fragmentos no solo son restos arqueológicos, sino parte de la identidad nacional iraquí que dan fe de su historia como antigua civilización.
Se calcula que unas 13 000 piezas arqueológicas numeradas fueron robadas en sólo seis días, luego de que las fuerzas estadounidenses dejaran el museo nacional a su suerte, pese a las múltiples advertencias de organizaciones culturales internacionales. Hasta el momento alrededor de 4 000 artefactos iraquíes esparcidos por el mundo, han sido recuperados.
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