El Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos (Euro-Med) declaró en su último informe que la ciudad se enfrenta a una terrible tragedia debido a la catastrófica escasez de agua potable. El régimen israelí ha destruido todas las fuentes locales de agua y niega al pueblo palestino en Gaza el acceso a fuentes externas. Este acto se considera una “sentencia de muerte”.
El informe tildó la privación de agua en Gaza como un crimen de guerra y una forma de genocidio cometido por Israel contra la población civil en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre.
En este sentido, el informe destacó la alarmante propagación de la sed en las regiones de la ciudad de Gaza, sobre todo las zonas del norte. Esto es consecuencia de las interrupciones del suministro de agua en la Franja, junto con los ataques sistemáticos de sionistas contra pozos, tanques de agua y otras fuentes de agua.
En otra parte del informe, se lee que el enclave costero también sufre una escasez de combustible que imposibilita la conversión de agua corriente y las estaciones de distribución.
Euro-Med acusó a Israel de violar el derecho internacional humanitario, señalando que el daño y la destrucción de bienes con fines preventivos o disuasorios, incluso con fines militares, están prohibidos por el derecho internacional.
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