El nombramiento de Aharon Barak como el representante del régimen israelí ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) fue aprobado personalmente por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, según un informe del Canal 12 de Israel.
El grupo de derechos humanos israelí B’Tselem indicó que el nombramiento de Barak, conocido también por su fuerte oposición al controvertido plan de reforma judicial de Netanyahu, se produce como un intento del premier de “blanquear” sus crímenes en Gaza.
“Durante muchos, muchos años, y particularmente desde las manifestaciones masivas solo contra el golpe judicial, Barak se ha convertido en el símbolo de la democracia liberal en Israel”, aseveró el lunes Orly Noy, presidente de B’Tselem, al portal de noticias Middle East Eye (MEE).
“Ahora Israel está enviando ese símbolo del llamado Israel democrático para encubrir sus crímenes contra los palestinos en Gaza”, manifestó.
Según Noy, “[Barak] es el hombre más adecuado para el trabajo, ya que es precisamente a lo que ha dedicado toda su vida profesional: legitimar los crímenes de Israel y la ocupación... preservando al mismo tiempo la fachada de la democracia israelí”.
De este modo, se refería a la legitimación de la construcción del llamado muro de separación (el Muro de Apartheid) con la Cisjordania ocupada, la apropiación de tierras en esta región para servir a los colonos israelíes y los asesinatos selectivos llevados a cabo por el ejército israelí.
Barak también ha defendido la matanza de niños en la actual guerra genocida de Israel en Gaza. “Puede ser proporcional matar a cinco niños inocentes para atacar a su líder”, expresó Barak al periódico canadiense The Globe and Mail en noviembre.
También defendió el corte de combustible a la sitiada Franja de Gaza, diciendo que podría haber sido utilizado por combatientes de la Resistencia palestina.
Investigadores y comentaristas ya han cuestionado las supuestas credenciales liberales y democráticas de Barak, citando su enfoque de décadas de casos que involucran abusos contra palestinos.
Nimer Sultany, académico de derecho público de la Universidad SOAS del Reino Unido, señaló que “el historial de Barak como expresidente de la corte suprema de Israel no es liberal de ningún modo convincente si se consideran sus fallos respecto de los palestinos, ya sean ciudadanos israelíes o residentes en los territorios ocupados”.
“Sus fallos comprometieron la igualdad, afirmaron el carácter etnocrático de [Isarel] y perpetuaron la inferioridad de los ciudadanos no judíos”, dijo Sultany a MEE.
Sultany puntualizó que los comentarios sugerían que Barak se había “formado una opinión que niega que Israel haya violado el derecho internacional a pesar de la abundancia de pruebas en contrario”.
Tras la decisión de Netanyahu, Barak representará al régimen israelí a partir de finales de esta semana en la causa presentada el 29 de diciembre por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia en la que acusa a Israel de cometer “genocidio” en Gaza durante la guerra en curso contra el enclave palestino, que ha dejado al menos a 23 084 muertos palestinos, la mayoría mujeres y niños, desde el 7 de octubre.
Según la denuncia de Sudáfrica, las acciones de Israel en Gaza fueron “de carácter genocida porque tienen como objetivo provocar la destrucción de una parte sustancial del grupo nacional, racial y étnico palestino”.
“Queda por ver si elige actuar como abogado de Israel o como juez imparcial que considera los hechos y la ley pertinente”, aseveró Sultany.
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