El análisis, dirigido por Yagil Levy, profesor de sociología de la universidad abierta de Israel, equipara la cifra de las víctimas mortales de la agresión en curso del régimen contra Gaza con las operaciones realizadas en los últimos 11 años contra el enclave costero.
Para la investigación comparativa se han utilizado los informes del Centro de Información sobre Inteligencia y Terrorismo Meir Amit, asociado a la inteligencia israelí, sobre el número de los muertos registrados en las ofensivas anteriores, así como los datos del Ministerio de Sanidad de Gaza sobre las víctimas del 7 al 26.
El estudio concluye que, en las tres campañas israelíes anteriores en Gaza, durante los años 2012 y 2022, la proporción de muertes de civiles respecto al total de fallecidos en ataques aéreos rondó el 40 %. Esa proporción se redujo al 33 % en las ofensivas aéreas, denominadas por Israel como la operación ‘Escudo y Flecha’ de mayo de 2023.
No obstante, en las tres primeras semanas de la guerra en curso en Gaza, la cifra de los civiles muertos ha ascendido al 61 %.
El profesor israelí ha reconocido que lo que está sucediendo en Gaza en una “matanza sin precedentes” y supera la media de víctimas civiles en todos los conflictos del mundo durante el siglo XX, en los que los civiles representaron, aproximadamente, la mitad de los muertos.
A su juicio, se trata de un “un patrón de actuación deliberado”, ya que el ejército israelí no diferencia entre combatientes y civiles, según estipula el principio de discriminación del derecho internacional humanitario.
Levy ha advertido de que esta conducta del régimen pone en riesgo la seguridad de Israel, aduciendo que los gazatíes “emergerán de las ruinas de sus hogares y de la pérdida de sus familias, buscando venganza que ningún dispositivo de seguridad podrá contener”.
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