Los hechos han tenido lugar en el norte de la aldea cisjordana de Salem, al este de Nablus. El oficial de seguridad palestino ha precisado que los efectivos israelíes lo esposaron y obligaron a permanecer con el resto de su familia en una de las habitaciones de su vivienda, mientras ellos saqueaban la casa durante cuatro horas.
Según Karaki, las fuerzas israelíes estaban buscando armas de fuego, pero no pudieron encontrar nada.
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