Las fuerzas ocupantes han lanzado la operación este viernes contra la aldea de Beit Dajan, al este de la ciudad cisjordana de Nablus, así como en la ciudad de Beita, incluso los militares israelíes dispersaron violentamente a los palestinos que seguían convergiendo en la cima de la montaña Jabal Sabih, cerca de Beita, para hacer frente a los planes de reconstrucción del asentamiento evacuado de Givat Eviatar.
Según la Media Luna Roja Palestina, los israelíes dispararon balas de plástico y gases lacrimógenos, dejando tres palestinos heridos, incluido un niño de 12 años, en la ciudad de Nablus, y cinco sufrieron asfixia por la inhalación de los gases tóxicos.
En la víspera de tales ataques, varios palestinos quedaron lesionados como resultado de un asalto de las fuerzas israelíes en la ciudad de Al-Jalil (Hebrón), en Cisjordania.
Más de 600 000 israelíes residen en más de 230 asentamientos construidos ilegalmente desde la ocupación de Cisjordania y el este de la ciudad Al-Quds (Jerusalén) por el ente ocupante.
La mayoría de los países y organizaciones internacionales considera ilegales los asentamientos que Israel ha construido y sigue levantando en los territorios ocupados desde la guerra de los Seis Días en 1967. No obstante, el régimen hace caso omiso a las denuncias y sigue con sus planes expansionistas.
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