El general israelí Yitzhak Brick recalcó el sábado que el ejército del régimen ocupante no estaba preparado para una guerra de múltiples frentes enfatizando que, será imposible neutralizar los miles de misiles que serán disparados contra Israel en un eventual enfrentamiento, según recogieron los medios locales.
En un ataque, “los grupos de Resistencia palestinos como HAMAS [el movimiento de Resistencia Islámica de Palestina] en la Franja de Gaza, lanzarán misiles y drones contra Israel, y el número promedio de misiles disparados contra el régimen llegará a 3000 al día”, indicó.
Aludiendo a un informe serio sobre la falta de preparación de las fuerzas israelíes para la guerra que escribió el mes pasado, Brick dijo que sus comentarios sobre la profunda debilidad del ejército israelí y el hecho de que el régimen está en declive no son un arrebato de ira, sino son bastante ciertos, ya que hay hechos incontrovertibles que no pueden pasarse por alto.
En este contexto, el castrense subrayó que una nueva batalla le llevará a Israel a muchos años atrás, para luego añadir que “las dificultades que atravesamos en guerras anteriores no serán nada en comparación con las secuelas del enfrentamiento futuro”.
Estos comentarios del aludido militar se produjeron después de que el sistema antimisiles israelí Cúpula de Hierro demostró ser inoperativo al no conseguir interceptar misiles ni cohetes durante la guerra de 11 días (del 10 al 20 de mayo).
Los funcionarios israelíes, en reiteradas ocasiones, han puesto en entredicho la eficacia de su ejército, que, reconociendo su débil preparación para un venidero conflicto, lleva frecuentes simulacros militares en los territorios ocupados.
Entretanto, las capacidades crecientes de los movimientos de Resistencia Islámica de El Líbano y Palestina, Hezbolá y HAMAS, respectivamente, en el ámbito militar y, en concreto en el número de misiles y cohetes, han puesto en alerta máxima a los militares israelíes.
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