El presidente de China, XI JINPING, prosigue su gira por el Sudeste Asiático, mientras el mundo sufre los efectos de la guerra comercial entre el Gigante Asiático y Estados Unidos (EE. UU.). Al reunirse en Kuala Lumpur, con las principales autoridades de Malasia, el mandatario chino aboga por una mayor cooperación para enfrentar las conmociones existentes en la economía mundial.
Frente a las perturbaciones ocasionadas por la guerra comercial del presidente estadounidense Donald Trump, el Gigante Asiático fortalece sus relaciones y se consolida como un factor de estabilidad en la región. Al mismo tiempo, desde Pekín reiteran el carácter legítimo de las contramedidas aplicadas a los aranceles de Estados Unidos. Abogan, además, por un diálogo constructivo entre las partes.
En una nueva escalada de la guerra comercial, desde Washington amenazan con elevar los aranceles a los productos chinos hasta un 245%, como represalia a las medidas adoptadas por Pekín, frente a las tarifas previas. A pesar de los efectos a corto plazo de la política de Trump, las autoridades de China expresan confianza en la capacidad del país para afrontar los desafíos externos.
Desde la implementación de los primeros aranceles en su contra, por parte de la administración Trump, China ha condenado en reiteradas ocasiones las barreras arancelarias y las prácticas comerciales de EE. UU., medidas que perjudican la estabilidad económica mundial y amenazan con desencadenar un período de recesión global, William Urquijo.
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