El adolescente palestino, identificado como Osman Heles, perdió la vida después de “recibir un disparo en el pecho” durante la violenta represión de los militares israelíes en la línea divisora entre los territorios palestinos ocupados y la asediada Franja de Gaza, según informa el Ministerio de Salud de Palestina.
Además, otras 222 personas han resultado heridas, cinco de ellas en estado crítico, por los disparos israelíes, o intoxicadas por la inhalación de gases lacrimógenos en las marchas de Gaza, que estallaron en apoyo a la comunidad beduino-palestina de Jan Al-Ahmar, ubicada en el este de la ocupada Cisjordania.
Israel comenzó el 4 de julio la demolición de la aldea de Jan al-Ahmar, cerca de la cual el régimen de Tel Aviv tiene planeado construir 92 asentamientos ilegales.
Los activistas y las organizadores pro derechos humanos han bautizado la jornada de movilizaciones de hoy como el “Viernes de cien días de la Gran Marcha del Retorno para apoyar a los habitantes de Jan Al Ahmar”.
Israel ha asesinado a más de 140 palestinos y ha dejado heridos a otros 15 000 desde el inicio de las Marchas del Retorno, el 30 de marzo, en la Franja de Gaza, para reclamar el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares.
Los crímenes israelíes y el uso de munición real para dispersar las protestas han suscitado críticas y condenas en todo el mundo. El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Zeid Raad al-Husein, ha demandado al régimen de Tel Aviv evitar el uso excesivo de la fuerza excesiva en la represión de las manifestaciones palestinas.
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