El ministerio de asuntos estratégicos de Israel, dirigido por Gilad Erdan, anunció el lunes, en un comunicado, que en los últimos dos años han sido clausuradas unas 30 cuentas de banco de organizaciones pro-BDS. Diez de estas cuentas se encuentran en EE.UU. y el resto en Europa.
“Como resultado de nuestras acciones, países e instituciones financieras están ahora alejándose de estas organizaciones. Nuestros esfuerzos han afectado, de forma drástica, a la campaña de boicot, conduciendo a que tengan muchos menos fondos para operar e imposibilitándolos para recibir servicios financieros”, reza la nota.
Según un informe de la referida cartera del régimen de Tel Aviv, Israel ha librado, de forma silenciosa, una campaña financiera de dos años contra las organizaciones que promueven un boicot en su contra, so pretexto de tener vínculos con bandas terroristas.
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Como resultado de nuestras acciones, países e instituciones financieras están ahora alejándose de estas organizaciones. Nuestros esfuerzos han afectado, de forma drástica, a la campaña de boicot (a Israel), conduciendo a que tengan muchos menos fondos para operar e imposibilitándolos para recibir servicios financieros”, según un comunicado del ministerio de asuntos estratégicos de Israel.
El documento señala que gran parte de las organizaciones que promueven el movimiento BDS están relacionadas con grupos propalestinos, como el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
La campaña internacional BDS es un movimiento de alcance planetario que sigue ganando cada vez más adeptos a nivel internacional. Tiene como objetivo aumentar la presión económica y política sobre Israel para poner fin a la ocupación y colonización de las tierras palestinas.
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De hecho, el movimiento se formó en 2005 con el objetivo de impulsar “distintas formas de boicot contra Israel hasta que cumpla sus obligaciones, conforme al derecho internacional”.
Airado por el creciente apoyo mundial al movimiento BDS, Israel ha aprobado una ley que prohíbe conceder visados de entrada y derechos de residencia en la Palestina ocupada a los extranjeros que llamen al boicot al régimen de Tel Aviv o a sus colonias en la ocupada Cisjordania.
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