Nuevamente la derecha fascista tiene nuevo dictado del imperialismo, para continuar con sus prácticas de muerte contra el pueblo boliviano, desde hace 6 meses se coordina el Golpe de Estado contra el compañero presidente Evo Morales, desde la embajada de Estados Unidos en Bolivia, famosa por recibir a los reaccionarios golpistas en su sede diplomática, todo se ejecutó en forma sistemática, paso a paso para falsificar la historia y crear el Golpe de Estado, el objetivo final, poder implantar un gobierno de la derecha que permita robar y saquear los recursos naturales de Bolivia, sus hidrocarburos y las reservas de 21 millones de toneladas de litio, las mayores de todo el mundo, metal clave en la industria para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos que lidera China a nivel global.
Esta agenda de muerte y destrucción implementada por Washington y la derecha internacional para América Latina, se encuentra en momentos de caída libre, gobiernos socialistas, antiimperialistas cortan de base la intervención imperialista, de ahí que hay que quebrar si o si, el modelo exitoso boliviano, en forma violenta instrumentado por el ejército boliviano y sus fuerzas policiales, traidores y genocidas moldeados por el Pentágono desde los años 60, donde se les enseño a matar, torturar y asesinar a su propio pueblo, compradas sus conciencia con el dinero de las grandes corporaciones financieras de los dueños del saqueo de los recursos naturales de los pueblos del mundo y gestores de guerras y la creación de conflictos de baja y mediana intensidad.
Los golpistas de la extrema derecha boliviana, hijos del genocida general Hugo Banzer Suárez hermano de muerte del genocida criminal, carnicero del pueblo chileno Augusto Pinochet, lanzaron sus prácticas violatorias de los derechos humanos, a través del secuestro de las familias de los funcionarios y diputados y senadores elegidos por la voluntad popular, quema de sus hogares, saqueo y destrucción de la casa del compañero presidente legítimo elegido por el clamor popular, Evo Morales, presidente de los pueblos originarios de Latinoamérica, además de la amenaza de muerte para someter con el crimen contra la humanidad este golpe de estado.
Verdadero repudio al nuevo golpe de estado contra los pueblos de la patria grande, gestado desde Washington, y realizado por sus socios locales de la oligarquía y de las transnacionales y la dominación militar de la escuela de las Américas desde siempre, hacen necesaria la manifestación internacional contra este golpe de estado establecido en Bolivia, comandada por el empresario racista Camacho de extrema derecha y el títere del imperio Mesa, sumado los empresarios bolivianos y el ejército golpista de Bolivia, buscando destruir la soberanía y la independencia del país andino, y colocarlo bajo las políticas colonialistas estadounidense. Hoy los pueblos de América Latina debemos intervenir con nuestra solidaridad concreta, con el pueblo boliviano.
La Organización de Estados Americanos (OEA) más bien llamada Organización de Estados Unidos (OEU), organización de intervención imperialista, que combate contra los pueblos libres de América, al servicio de los sectores más reaccionarios del continente, impulsora del golpe de estado contra la democracia del pueblo boliviano, impulsora de la justificación de la violencia de extrema derecha, es participe de la ruptura constitucional de la patria indígena.
Bien lo dice nuestro Comandante Mártir de los Oprimidos del Mundo, Ernesto “Che” Guevara en su discurso pronunciado el 30 de noviembre de 1964, en ocasión de conmemorarse el 6º aniversario del levantamiento de Santiago de Cuba:
“La bestialidad imperialista... Bestialidad que no tiene una frontera determinada, ni pertenece a un país determinado: bestias fueron las hordas hitleristas como bestias son los norteamericanos hoy, como bestias son los paracaidistas belgas, como bestias fueron los imperialistas franceses en Argelia. Porque es la naturaleza del imperialismo la que bestializa a los hombres. La que las convierte en fieras sedientas de sangre que están dispuestas a degollar, a asesinar, a destruir hasta la última imagen de un revolucionario, de un partidario de un régimen que haya caído bajo su bota, o que luche por su libertad. Y la estatua que recuerda a Lumumba, hoy destruida pero mañana reconstruida, nos recuerda también que no se puede confiar en el imperialismo pero ni tantito así, nada!”
Solo la movilizaciones de los pueblos latinoamericanos en solidaridad con el pueblo boliviano y nuestro compañero Presidente Evo Morales y la exigencia que se castigue a los golpistas con todo el poder del Derecho Internacional, se castigue a los militares, políticos y empresarios bolivianos golpistas, y solicitamos la intervención en Bolivia de la comunidad latinoamericana y la restitución urgente del legítimo gobierno del pueblo boliviano, y la condena a esta nueva dictadura de la democracia occidental colonialista de carácter fascista y represiva.
Bolivia bajo la conducción de nuestro Compañero Presidente Evo Morales, tuvo 14 años de estabilidad, paz, buen gobierno y avances decisivos sobre la pobreza, como el desarrollo de su Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), conocido internacionalmente como el milagro boliviano, además de poner a la nación indígena en el plano internacional en el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) y el G77+China más la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos o ALBA-TCP, y la columna vertebral de la soberanía económica, la nacionalización de los hidrocarburos del país, acabando el saqueo de los recursos naturales de Bolivia.
El presente y futuro de nuestra patria latinoamericana esta nuevamente en juego, los criminales de la humanidad, son los que Golpean a Nuestro Hermano Presidente Evo Morales y al pueblo de Bolivia, debemos ser un solo puño de unidad contra el imperialismo, movilizarnos en todas las calles del mundo contra el golpe fascista!
ABU FAISAL SERGIO TAPIA, Escritor argentino, escribe literatura política: ensayos, crónicas, relatos, novelas en francés de extranjero y español.