El portavoz del Ministerio de Industria, Minas y Comercio de Irán, Omid Qalibaf, ha informado que una delegación de 100 personas en representación de 65 empresas rusas sostendrá, a partir del lunes, tres días de conversaciones con sus homólogos iraníes en Teherán, capital persa.
El vocero ha indicado que se prevén más de 750 reuniones entre empresas y miembros de las cámaras de comercio provinciales iraníes y la delegación rusa, que está compuesta por representantes de compañías, incluidos fabricantes de productos alimenticios, maquinaria agrícola, medicamentos y proveedores líderes de equipos de comunicación.
Según Qalibaf, Rusia tiene programado enviar al menos otras 10 delegaciones comerciales a Irán hasta finales del año en curso.
El presidente ruso, Vladimir Putin, avisó el jueves a su par iraní, Seyed Ebrahim Raisi, durante una reunión en Uzbekistán, de la decisión de Moscú de enviar la mayor delegación comercial y empresarial de su historia a Teherán en medio de los esfuerzos de ambas naciones para afianzar sus lazos económicos y alinearse contra las sanciones extranjeras.
Rusia ha buscado lazos económicos y energéticos más estrechos con Irán desde febrero, cuando fue objeto de sanciones occidentales debido a su operación militar en Ucrania, aunque los nexos estratégicos entre ambos países vecinos se remontan a antes de la crisis ucraniana.
Expertos afirman que las presiones occidentales han llevado a Irán y Rusia, que comparten oposición al orden mundial que busca liderar Estados Unidos, a reforzar su alianza para poder evadir las sanciones económicas de Occidente en su contra.
En este contexto, la República Islámica y Rusia han decidido a crear otro sistema de pago con el fin de facilitar su cooperación económica.
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