Behruz Sari Sarraf, director de la Facultad de Planificación y Ciencias Ambientales de la Universidad de Tabriz, sita en el noroeste de Irán, ha explicado este domingo que la formación de hielo en un vuelo ha sido uno de los factores de riesgo, en los últimos años, para las travesías de aviones y causa de accidentes en algunas rutas.
“Utilizando los datos satelitales instantáneos recibidos por el laboratorio de datos satelitales de la universidad y con los algoritmos de inteligencia artificial obtenidos en este laboratorio, podemos proporcionar, antes del vuelo, a la tripulación o a los ingenieros de vuelo de la aerolínea, la información sobre los riesgos a desastres por congelación en forma de mapas de geobase”, una base de datos referencial multidisciplinaria que cubre las ciencias de la tierra, incluyendo la geología, ciencias ambientales, oceanografía y geomecánica, entre otras, ha añadido.
El experto ha señalado que una de las ventajas de la detección del riesgo a congelación para los pilotos y las aerolíneas es que se ahorran millones de dólares en consumo de combustible en el transcurso de un año.
A pesar de las limitaciones y presiones de las que es blanco, Irán es uno de los países que crece con mayor rapidez en los campos científico y tecnológico.
En este sentido, la nación persa dio a conocer en julio de 2020 la primera torre de control de tránsito aéreo móvil de fabricación nacional, capaz de convertir cualquier carretera en un aeropuerto temporal.
El costo de la construcción a nivel nacional de cinco torres de control es de aproximadamente 12 millones de dólares, mientras que Irán había pagado 9 millones y medio de dólares a Canadá por la fabricación de tan solo una torre, la cual está desgastada y no es lo suficientemente eficiente bajo condiciones críticas o especiales.
De acuerdo con la revista New Scientist, en 2011 Irán ocupó el primer puesto en crecimiento científico en todo el mundo, y en 2012 se situó en el 17.º lugar en términos de producción científica.
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