En el marco de una conferencia concedida este miércoles, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha presentado un informe, con vídeo incluido, publicado esta misma jornada por el Gobierno mexicano que muestra el momento en el que se produce la breve detención de Ovidio Guzmán, hijo del famoso cabecilla narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán, a mediados de octubre en la céntrica ciudad Culiacán, y ha defendido que las autoridades decidieron ponerlo en libertad para evitar “daños colaterales”, enfatizando que, pese a todo, no hay “impunidad” en México.
“Podrán cuestionarnos nuestros adversarios (...), pero esta es una nueva política. Pensamos que el uso de la fuerza no es la opción”, ha subrayado el mandatario norteamericano, alegando que la prioridad fue “proteger la vida de los ciudadanos”, tanto de los civiles como de los efectivos de seguridad, para luego afirmar que “esto no significa que vamos a incumplir la ley, que va a haber impunidad” y subrayar que en México “hay un auténtico Estado de derecho”.
Asimismo, López Obrador, que ha apostado por la transparencia para despejar posibles dudas, ha reconocido que fue “una circunstancia compleja” y ha llamado a “atender las causas” subyacentes a la delincuencia organizada, que ha atribuido al “abandono del pueblo”.
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En este sentido, el secretario mexicano de Seguridad, Alfonso Durazo, ha señalado en la conferencia que “un tropiezo táctico no invalida la estrategia de seguridad en su totalidad”, basada en el respeto de los derechos humanos. Bajo el actual Gobierno, ha añadido, “no se ha utilizado ni se utilizará la fuerza pública para reprimir, nadie será torturado, desaparecido o asesinado por un cuerpo de seguridad del Estado”.
“Lo que pudo haberse convertido en un episodio de guerra y derramamiento de sangre inocente se resolvió privilegiando el retorno a la paz. (…) Habría sido fácil recurrir a un combate de exterminio sin cuartel y al final de cuentas habríamos ganado, pero ¿a qué costo?”, ha agregado el titular mexicano.
Podrán cuestionarnos nuestros adversarios (...), pero esta es una nueva política. Pensamos que el uso de la fuerza no es la opción”, dice el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre el vídeo de la captura de Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán.
En el operativo de detención, las fuerzas federales querían capturar al vástago del Chapo, pero se encontraron con una fuerte resistencia por parte de los criminales, lo que desató una serie de enfrentamientos que se saldaron con ocho muertos y la liberación del hijo del narcotraficante.
De acuerdo con el vídeo, que parece haber sido grabado desde una cámara colocada en el casco de uno de los uniformados, Guzmán hijo dijo, vía teléfono móvil, a los policías: “Ya paren todo, ya me entregué”. El joven agregó con voz nerviosa: “Ya tranquilos, ya ni modo. Ya no quiero que haya desmadres (desorden), por favor”; no obstante, los enfrentamientos continuaron durante varias horas y el vídeo, de casi dos minutos, no muestra el instante en el que fue liberado.
Este suceso ha reabierto el debate sobre la supuesta impunidad que reina en un país que, durante años, ha tenido al Chapo, líder del cártel de Sinaloa, como uno de los principales símbolos del narcotráfico. Con dos fugas de prisión a sus espaldas, el capo está ahora preso en Estados Unidos, donde fue condenado, en julio, a cadena perpetua por los delitos de tráfico de drogas y asesinatos. Ahora, el control del cártel de Sinaloa está en manos de Ismael “el Mayo” Zambada y los hijos del Chapo, siendo uno de ellos Ovidio.
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