En reacción a la muerte de dos generales del Ejército iraquí en un ataque suicida perpetrado por Daesh en la provincia occidental de Al-Anbar, el premier iraquí ha advertido de que "las fuerzas iraquíes se vengarán del EIIL por cada gota de sangre derramada".
Este tipo de ataques que apuntan a los comandantes del Ejército iraquí, recalca Al-Abadi, no pueden debilitar la voluntad de las fuerzas armadas quienes continuarán su batalla hasta eliminar a Daesh y recuperar el control las zonas bajo su control.
Esta jornada, el jefe adjunto del Comando de Operaciones de la provincia occidental de Al-Anbar, el mayor general Abdulrahman Abu Raqif, y el comandante de la División 10 del Ejército iraquí, el general de brigada Safin Abdulmajid, perdieron la vida en la explosión de un coche bomba, perpetrado por Daesh.
En otra parte de sus afirmaciones, el primer ministro iraquí ha declarado que su Gobierno dará continuidad a las reformas anticorrupción en el país.
El lunes, el Ejército iraquí informó haber matado a 71 terroristas del EIIL en Al-Anbar, en la ciudad santa de Samarra (centro) y en las inmediaciones norteñas de la capital Bagdad.
Desde junio de 2014, Irak afronta una cruenta guerra contra Daesh, que conquistó varias zonas en el norte y el oeste de este territorio, donde sigue cometiendo diversos crímenes de lesa humanidad, entre ellos ejecuciones sumarias y secuestros masivos.
Desde entonces, el Ejército iraquí ha retomado el control de varias zonas ocupadas por las bandas terroristas, en particular en las provincias de Diyala (este) y Salah al-Din.
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