“El Gobierno iraquí está en plena coordinación con la decisión del Parlamento y la demanda del pueblo para la retirada de las tropas extranjeras del país. Nosotros también exigimos la expulsión de las fuerzas de ocupación estadounidenses del país”, afirmó el miércoles el líder de las fuerzas populares iraquíes, Faleh al-Fayaz.
El funcionario dejó claro que Al-Hashad Al-Shabi nunca cederá ante Estados Unidos ni a ninguna otra parte y recordó que los líderes de esta organización militar han hecho grandes sacrificios para defender a Irak.
Al respecto, destacó los esfuerzos que el subcomandante difunto de las Unidades de Movilización Popular, Abu Mahdi al-Muhandis, asesinado en una operación terrorista por las fuerzas estadounidenses, hizo en la lucha contra el terrorismo para preservar la seguridad y la estabilidad de Irak.
Al-Fayaz afirmó que la decisión del Parlamento sobre la retirada de las tropas estadounidenses “está fundamentalmente vinculada al asesinato de Al-Muhandis” y enfatizó que el Gobierno iraquí está decidido en materializar la decisión del Parlamento.
El líder de las fuerzas populares iraquíes destacó que Bagdad mantiene buenas cooperaciones con Siria e Irán para erradicar el terrorismo en la zona y en este sentido, señaló que la visita del primer ministro de Irak, Mustafa al-Kazemi, al país persa y su reunión con el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, y el presidente iraní, Hasan Rohani, muestra la profundidad de las relaciones y los intereses comunes entre los dos países.
En esta cita, organizada el 21 de julio, el ayatolá Jamenei recordó a Al-Kazemi que Estados Unidos es el verdadero enemigo de los iraquíes.
Las autoridades iraquíes exigen que las tropas estadounidenses abandonen Irak lo antes posible porque han “violado la soberanía” del país tras el mortal ataque perpetrado el 3 de enero por EE.UU. en Bagdad (capital iraquí) contra el comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani; el subcomandante Al-Muhandis, y otros militares, así como un bombardeo, realizado días antes, contra una base de las fuerzas populares iraquíes, en el que murieron al menos 31 personas.
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