• Hadi Al-Ameri, secretario general de la organización iraquí Badr, una facción armada de las Unidades de Movilización Popular de Irak.
Publicada: lunes, 21 de octubre de 2019 7:12

Un destacado legislador iraquí denuncia que Estados Unidos y el régimen de Israel se valen de cualquier medio para provocar inestabilidad en Irak.

“Los enemigos trataron de desviar el curso pacífico de las manifestaciones. EE.UU. e Israel utilizan cualquier medio a su alcance para desestabilizar Irak”, afirmó el domingo Hadi al-Ameri, líder de la coalición Al-Fath, una de las facciones políticas con mayor representación parlamentaria.

Al-Ameri, que también funge como secretario general de la organización iraquí Badr, facción armada de las Unidades de Movilización Popular de Irak (UMP, Al-Hashd Al-Shabi, en árabe), negó que las fuerzas populares iraquíes estuvieran implicadas en la represión de las manifestaciones en el país.

Con estas declaraciones, Al-Ameri respondía a la afirmación hecha el pasado jueves por la agencia británica de noticias Reuters sobre que Al-Hashd Al-Shabi había situado francotiradores en los tejados de Bagdad para reprimir las protestas que se sucedieron en Irak a principios de octubre. 

Los enemigos trataron de desviar el curso pacífico de las manifestaciones. EE.UU. e Israel utilizan cualquier medio a su alcance para desestabilizar Irak”, afirma Hadi al-Ameri, líder de la coalición Al-Fath, una de las facciones políticas con mayor representación parlamentaria.

 

Para aclarar los hechos, Hadi al-Ameri pidió al Gobierno iraquí que revele quién estuvo involucrado en la represión de las protestas e investigue las muertes, ya que Irak es un país independiente y no debe subordinarse a ningún partido o Estado.

Las protestas habidas en Irak desde el 1 de octubre se desviaron de sus legítimas reclamaciones —los iraquíes, en principio, denunciaban la corrupción, el paro, la carestía de los productos básicos y las deficiencias en suministros básicos, como electricidad y agua potable—, y se volvieron violentas.

Las autoridades iraquíes denunciaron la existencia de “manos ocultas” detrás de la violencia en las protestas. Aunque ninguna agrupación política apoyó unas manifestaciones cuanto menos sospechosas, un análisis publicado hace unos días reveló que el 79 por ciento de los tuits sobre las protestas en Irak procedía de usuarios en Arabia Saudí.

Tras las marchas, el primer ministro iraquí, Adel Abdul-Mahdi, se comprometió a reorganizar su Gabinete, poner en marcha una investigación sobre la muerte de manifestantes y castigar a quienes dispararon contra ellos. Las protestas han dejado 110 muertos y 6000 heridos.

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