“La Cancillería convocó al embajador turco (…) y le entregó una nota de protesta en relación con las reiterativas infracciones del espacio aéreo por parte de Turquía”, reza un comunicado emitido este viernes por la Cancillería iraquí.
Más de 20 aviones de combate, así como drones (aeronaves no tripuladas) y aviones cisterna turcos destruyeron la noche del jueves decenas de objetivos y túneles del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), catalogado como una organización terrorista por Ankara, en el norte de Irak.
El Ministerio de Defensa de Turquía ha defendido la operación diciendo que se llevó a cabo para preservar la seguridad nacional y prevenir los ataques terroristas provenientes del norte de Irak.
La Cancillería convocó al embajador turco (…) y le entregó una nota de protesta en relación con las reiterativas infracciones del espacio aéreo por parte de Turquía”, reza un comunicado emitido por la Cancillería iraquí.
Por su parte, la Cancillería iraquí ha condenado, en su nota, las acciones de la Aviación turca, que atacó “varias localidades en la cordillera de Sinyar y en la zona de Majmur, en el norte de Irak, provocando pérdidas materiales y humanas”.
Bagdad ha denunciado que las operaciones militares turcas “violan la soberanía” de Irak y ha reiterado su rechazo a que el territorio iraquí se use como base o punto de tránsito para perpetrar cualquier acción en contra de los Estados vecinos.
El Gobierno turco, tras la ruptura de la tregua con el PKK en julio de 2015, ha recrudecido sus ofensivas contra esta guerrilla separatista, no solo en su propio territorio, sino también en Siria e Irak. Los ataques han dejado numerosos muertos.
Ankara asegura que cuenta con el consentimiento del Gobierno de Bagdad para sus operaciones militares en territorio iraquí, pese a que el país árabe ha denunciado y condenado en varias ocasiones la presencia militar y los ataques turcos.
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