Según informaron el martes medios iraquíes, citando varios informes de los servicios de inteligencia de Irak, el dirigente de Daesh, Ibrahim al-Samarrai, alias Abu Bakr al-Bagdadi, ha dictado la ejecución de unos 320 insurgentes takfiríes de la banda que lidera, incluidos altos cabecillas, tanto en Irak como en Siria, por “deslealtad” y “desobediencia”.
Al-Bagdadi “ha ordenado la matanza de unos 320 de sus seguidores por su traición al llamado califato” reclamado por Daesh, “un hecho que provocó grandes fracasos para la banda takfirí en Irak y Siria”, dijo una fuente conocedora del asunto, que habló bajo condición de anonimato con el portal Iraqi Safaq News.
Conforme a los informes, en la lista de los que deben ser ejecutados se encuentran importantes cabecillas, como Abu al-Baraa al-Ansari, Sief al-Din al-Iraqi, Abu Otham al-Tal Afari, Abu Iman al-Mowahed y Marwan Hadid al-Suri.
Tras conocerse esta noticia, un gran número de elementos terroristas ha huido a lugares desconocidos en el desierto para esconderse.
El líder de la banda terrorista EIIL (Daesh, en árabe), Ibrahim al-Samarrai, alias Abu Bakr al-Bagdadi, ha ordenado la matanza de unos 320 de sus seguidores por su traición a su llamado califato”, informan medios iraquíes, citando varios informes de los servicios de inteligencia de Irak.
Esta información sale a la luz cuando el grupo ultraviolento atraviesa por malos momentos, pues ha perdido más del 90 por ciento de los territorios que llegó a controlar en Irak y Siria desde 2014, fecha en la que anunció en Mosul (norte de Irak) la creación de un denominado ‘califato’, con Al-Raqa (norte de Siria) como su capital.
Amaq, brazo propagandístico vinculado a Daesh, publicó a finales del pasado mes de agosto una grabación de 55 minutos de duración de Al-Bagdadi en la que el dirigente terrorista llamó a todos sus afiliados a que “resistan” ante los fracasos que estaban registrando de manos de las fuerzas sirias, iraquíes y sus aliados.
A finales del año pasado, el primer ministro iraquí, Haidar al-Abadi, anunció el fin de la guerra contra el EIIL en Irak, indicó que no dejarían a los terroristas infiltrarse en su suelo desde Siria y aseguró que el Ejército iraquí seguiría combatiendo a los remanentes de Daesh.
El Ejército sirio y sus aliados están, a su vez, a punto de acabar definitivamente con las bandas terroristas y rebeldes, pues ya les han arrebatado a los extremistas más del 96 por ciento del territorio que obraba en su poder en Siria.
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