En su comparecencia, el periodista estadounidense Allan Nairn recordó en calidad de testigo que durante la grabación del documental 'Titular de hoy: Guatemala', entrevistó al “mayor Tito Arias”, como se hacía llamar Otto Pérez Molina, quien presumía de tener “un control total de la zona, a la cual se debía pedir permiso para entrar en la base militar de Nebaj –en el departamento norteño de Quiché– y presentar una autorización extendida por el Ejército”.
“Querían tratar de anular todas las fuentes de abastecimiento y hacer que creciera el hambre y hacer que la población se rindiera”, declaró el periodista, al tiempo que recalcó que las personas que huían del Ejército no pertenecían a la guerrilla, sino que eran indígenas y que lo hacían por miedo a que los matasen.
Querían tratar de anular todas las fuentes de abastecimiento y hacer que creciera el hambre y hacer que la población se rindiera”, declaró el periodista estadounidense Allan Nairn respecto al genocidio de Guatemala en la década de 1980.
El testigo estableció que era evidente la colaboración e interés del Ejército estadounidense y la participación del régimen de Tel Aviv mediante la entrega de armamento, equipos y transporte con el propósito de usarlos “como técnicas de inteligencia, tortura y asesinato”.
Además de Pérez Molina, sobre el dictador José Efraín Ríos Montt, fallecido el 1 de abril de 2018, pesaban acusaciones de haber ordenado el genocidio y delitos de lesa humanidad contra 1171 indígenas.
Conforme a los datos proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el genocidio ocurrido durante el mandato de facto de Ríos Montt fue uno de los más cruentos de la guerra civil que vivió Guatemala entre 1960 y 1996, y que dejó un saldo de 200.000 muertos y desaparecidos.
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