La protesta, organizada por el partido político Les Patriotes, destacó las crecientes preocupaciones sobre la escalada del conflicto y la posible implicación militar de Francia en la guerra contra Rusia. Los asistentes criticaron abiertamente las decisiones de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), acusándolos de promover una "estrategia de tierra quemada" que podría desencadenar una Tercera Guerra Mundial.
Con pancartas que exigían la renuncia del presidente Emmanuel Macron y la retirada de Francia de la OTAN, los manifestantes argumentaron que estas alianzas están llevando al país hacia un conflicto bélico innecesario.
En un contexto donde Macron ha reafirmado el apoyo militar a Ucrania en conversaciones con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, los participantes abogaron por un cambio radical en la política del gobierno francés, pidiendo un enfoque más pacífico y diplomático para resolver el conflicto.
La manifestación no solo refleja el descontento interno en Francia, sino que también se inscribe en un creciente movimiento europeo popular que cuestiona la intervención militar occidental en otros países del mundo, clamando por la paz y la estabilidad en lugar de una mayor confrontación.
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