“Las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia siguen derrotando a las formaciones de las FF.AA. de Ucrania en el territorio de la provincia de Kursk”, ha indicado este domingo la Cartera rusa en el comunicado
Ha precisado que el ejército ucraniano perdió 320 militares en las últimas 24 horas, así como un vehículo de combate de infantería Marder, de producción alemana, cuatro vehículos blindados de combate y otros tres vehículos, un cañón D-20 de 152 mm y una estación de guerra electrónica.
Además, cinco soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania se rindieron.
Desde el inicio de las hostilidades en la región de Kursk en agosto, las Fuerzas Armadas de Ucrania han sufrido las siguientes bajas en cuanto a equipos: 213 tanques, 137 vehículos de combate de infantería, 115 vehículos blindados de transporte de tropas, 1171 vehículos blindados de combate, 954 vehículos, 285 armamentos de artillería, 40 lanzadores de sistemas de lanzacohetes múltiples y otros equipos.
El 7 de noviembre, durante su intervención en la sesión plenaria del Club de Debate Valdái, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de colosales las pérdidas de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región de Kursk.
De hecho, cada vez más militares ucranianos describen a los medios de comunicación la “infernal” situación que viven las tropas de su país en Kursk.
En febrero de 2022, Rusia inició una operación militar especial en el este de Ucrania, con los objetivos declarados de proteger a la población de la región del Donbás de los ataques de las fuerzas de Kiev y garantizar la neutralidad, la desmilitarización y la “desnazificación” del régimen de Kiev.
El Gobierno ruso ha planteado una propuesta de paz que incluye la retirada completa de las tropas ucranianas de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y de las provincias de Zaporiyia y Jersón (incorporadas a Rusia después de consultas populares en 2022), y que se reconozca estos territorios, así como Crimea y Sebastopol, como parte de la soberanía de la Federación Rusa.
tmv/ncl/mkh