• El secretario general de la Organizacón del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa, Bruselas, 20 de agosto de 2021. (Foto: Reuters)
Publicada: domingo, 5 de septiembre de 2021 14:04

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se opone a la creación de un Ejercito europeo y la considera una amenaza para la integridad de Europa.

En una entrevista con el diario británico The Telegraph, Stoltenberg afirmó el sábado que la Unión Europea (UE) intenta utilizar el caos de Afganistán para establecer una fuerza militar de reacción rápida, sin tener en cuenta que esto podría “dividir a Europa”.

“Cualquier intento de debilitar el vínculo entre América del Norte y Europa no solo debilitará a la OTAN, sino que dividirá a Europa”, declaró el titular de la OTAN.

De igual modo, aseguró que, aunque la decisión de la UE se mostraba a favor de más esfuerzos europeos en materia de defensa, esto no debería sobrecargar los “escasos recursos” de los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). “Crear estructuras paralelas y duplicar el sistema de mando sólo desgastará el potencial general de interacción”, dijo al respecto.

Lazos entre Washington y Europa podrían debilitarse

Recalcando que ningun órgano militar podrá “reemplazar a la OTAN”, Stoltenberg aseveró que cualquier otra alianza militar independiente de EE.UU. podría debilitar los lazos entre Washington y Europa a nivel internacional.

 

El jefe de la Diplomacia de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, confirmó el 1 de septiembre que la crisis en Afganistán demostró la dependencia del bloque europeo de EE.UU. y pidió a los países miembros que crearan una fuerza militar de reacción rápida de 5000 soldados para estar mejor preparados para crisis futuras como la de Afganistán.

La idea de un ejército europeo propio para actuar en las situaciones como la de Afganistán se refuerza después de que el presidente de EE.UU., Joe Biden, rechazara la petición de los líderes europeos para alargar el plazo de las operaciones de evacuación en Afganistán más allá de la fecha originalmente prevista del 31 de agosto, lo que pone en evidencia la debilidad de la política exterior europea y su dependencia de Washington.

El regreso de los talibanes al poder es un gran fracaso para la misión de EE.UU. y sus aliados de manera que incluso las autoridades occidentales admiten que la intervención militar extranjera en Afganistán ha sido inútil y un total fiasco.

EE.UU y sus aliados de la OTAN abandonaron el país centroasiático sumido en caos después de que el grupo armado Talibán tomara el 15 de agosto el control de la capital afgana, Kabul.

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