Según Turnbull, Australia enviará a otros 20 soldados, elevando así a 270 el número de sus militares desplegados en Afganistán.
Durante su visita a Afganistán, el premier australiano se entrevistó con el presidente afgano, Ashraf Qani, y con el jefe del Ejecutivo, Abdolá Abdolá, y en el aeropuerto de la capitalina ciudad de Kabul, habló con militares, trabajadores humanitarios y fuerzas de seguridad y capacitación de Australia.
"Estáis marcando una verdadera diferencia en la evolución de Afganistán para que pueda mantenerse por sí mismo y garantizar su seguridad", afirmó.
Estáis marcando una verdadera diferencia en la evolución de Afganistán para que pueda mantenerse por sí mismo y garantizar su seguridad, afirmó el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull.
A su juicio, convertir a Afganistán en un país más seguro y capaz de defenderse es una condición sine que non para la seguridad mundial.
"Decimos que Afganistán está a una gran distancia de Australia (...) pero todo está muy cerca y muy conectado", valoró.
Turnbull visitó el fin de semana Afganistán e Iraq, países con los que colabora en la lucha contra el extremismo. Posteriormente viajó a Estados Unidos para reunirse con el presidente Barack Obama. En su visita de dos días abordará con las autoridades de EE.UU. asuntos de seguridad, reformas financieras y comerciales, también tratará de promover su agenda de innovación.
En el encuentro con Obama se espera que aborden la lucha contra el extremismo, las tensiones en el mar Meridional de China y la rotación de los soldados estadounidenses en el norte de Australia.
Estados Unidos invadió Afganistán en 2001 con la excusa de combatir a los talibanes, pero en sus operaciones las víctimas civiles se cuentan por miles y Talibán sigue operando en el país.
En 2014 la misión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el país centroasiático, encabezada por Washington, llegó a su fin, pero Ashraf Qani, firmó el controvertido pacto BSA con EE.UU., autorizando la permanencia de al menos 13 500 efectivos extranjeros en territorio afgano.
Tras la firma del BSA, algunos diputados afganos exigieron su anulación y otros pidieron una revisión del convenio que, supuestamente, velará por los intereses de Afganistán.
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