“China ha reducido las nuevas infecciones locales a cifras de un dígito, y ahora está enviando equipamiento y médicos a Europa. China está impulsando agresivamente el mensaje de que, a diferencia de los Estados Unidos, es un socio responsable y confiable”, señala Borrell en una columna publicada el lunes en el sitio web del organismo.
Borrell hace un llamado a la Unión Europea a ganar protagonismo a escala mundial en el combate contra el coronavirus, en un intento por defender el multilateralismo, “amenazado más que nunca”. En la “batalla de los relatos”, como denomina Borrell a la competencia de información, se han visto intentos de “desacreditar a la UE como tal” y hay algunos casos en los que se ha estigmatizado a los europeos como si todos fueran portadores del virus, agrega.
En este sentido, el diplomático español insta a “defender” a Europa de sus detractores. Es vital, dice, que la Unión Europea demuestre que es una Unión que protege y que la solidaridad no es una frase, recalca Borrell, tras enfatizar que hay un componente geopolítico que incluye una lucha por la influencia a través de la “política de la generosidad”.
Sin embargo, la Unión Europea ha demostrado incompetencia en tratar de apoyar a Italia y España, los dos países que se han visto desbordados por la pandemia, mientras que China ha ofrecido su ayuda y Roma y Madrid han aceptado la asistencia y material médicos del gigante asiático.
La solidaridad y la iniciativa de China parece que van a lograr paliar las carencias de materiales médicos que son fundamentales para la lucha contra el COVID-19.
De hecho, con la actual falta de solidaridad y abdicación de responsabilidad por parte de la UE, el bloque podría perder la coordinación de Italia, mientras China ayuda a este país europeo. Según los expertos, esto tendría malas consecuencias para Bruselas y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ya que, en caso de que un Estado europeo sea sorprendido por una posible guerra, no deben esperar que los soldados italianos vayan en ayuda de los aliados europeos.
El brote del COVID-19 comenzó en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019, pero la enfermedad se ha esparcido más allá de la China continental, y hoy alcanza a unos 190 países. Hasta el momento se ha confirmado la muerte de 16 608 personas y 418 099 afectados en todo el mundo.
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