Desde ahí defienden lo que precisamente los llevó a prisión: un referéndum de independencia o sea, otro más.
Por un momento salieron de la cárcel para defender la independencia. Así, el exvicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, y cinco exconsejeros recibieron un permiso especial para acudir al Parlamento de Cataluña. Y los recibieron, como presos de la independencia.
Dirigiéndose a los legisladores, Junqueras defendió precisamente lo que lo llevó a prisión: la celebración de un referéndum independentista. Quiere ahora otro más.
Junqueras y los exconsejeros cumplen condena por sedición en una prisión de Barcelona. han comparecido custodiados por agentes de policía.
Comparecieron en una comisión especial sobre el artículo 155 de la Constitución española, con el que el Gobierno central les quitó su puesto en 2017, por haber hecho una declaración ilegal de independencia. Junqueras rechazó haber cometido un delito.
El Partido Popular no atendió a la comisión en protesta por la presencia de los presos. Sí lo hizo Ciudadanos, aunque abandonó la sala poco después de pronunciar estas palabras.
Junqueras les solicitó que se quedaran para escuchar su réplica.
Y fuera del Parlamento. Asociaciones proindependentistas exigieron la libertad de los dirigentes. Denuncian que el encarcelamiento de sus líderes es injusto y vengativo porque defender la independencia no es delito.
Junqueras y sus compañeros aseguran que no han renunciado al diálogo. Esto, en un contexto en el que el nuevo Gobierno de España y el de Cataluña preparan una mesa de negociación, la cual no será fácil.
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