Tras el pronunciamiento de ayer lunes de la Abogacía del Estado español y el anunciado apoyo del Partido Nacionalista Vasco (PNV) a la investidura del candidato socialista Pedro Sánchez, el acuerdo entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y sus socios necesarios de la Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, por sus siglas en catalán) está cada vez más cerca.
Aprovechándose de esta coyuntura excepcional para sus intereses independentistas, Torra, en su tradicional mensaje navideño, recordó a los republicanos de ERC su rechazo a cualquier solución para la crisis de Cataluña que no pase por el reconocimiento del derecho de autodeterminación y su ejercicio por parte de la ciudadanía.
“No hay ninguna solución real para Cataluña que no implique reconocer el derecho de autodeterminación y su ejercicio”, insistió en su intervención televisiva.
El presidente del Gobierno en funciones español, Pedro Sánchez, y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, sellaron ayer mismo un acuerdo de gobierno de coalición que para materializarse necesita el apoyo de las otras dos formaciones independentistas antes mencionadas.
De hecho, del PNV ya lo tiene, pero el de la ERC todavía queda por ver, ya que este partido había supeditado su respaldo a la investidura de Sánchez con el pronunciamiento que debía realizar la Abogacía del Estado sobre el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictado a favor del líder encarcelado de esta formación y expresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras.
En cuanto al posicionamiento de la Abogacía del Estado, ayer mismo expresó, confirmando la postura del TJUE al señalar al Tribunal Supremo de España, que Junqueras, condenado por su implicación en el proceso de autodeterminación catalana de 2017, puede tomar posesión como eurodiputado y ejercer sus funciones mientras mantenga ese estatus.
En su sentencia, el TJUE dejó claro a los tribunales españoles que el líder independentista debió gozar de inmunidad parlamentaria desde el momento en que fue proclamado eurodiputado en las elecciones del 13 de junio, por lo que debería haber podido salir de prisión provisional y desplazarse al Parlamento Europeo para recoger su acta.
En su discurso ofrecido desde la sede del Gobierno catalán en Barcelona y acompañado de una bandera de Cataluña, el presidente de la Generalitat arremetió contra el Estado español y la “judicialización” al movimiento independentista catalán durante 2019.
“Dejamos atrás otro año lleno de dificultades e injusticias que nos han indignado, y de una permanente judicialización de las decisiones que los ciudadanos y representantes políticos han tomado”, manifestó el dirigente catalán en referencia a la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes y políticos del movimiento independentista a entre 9 y 13 años de cárcel, tras un polémico juicio que marcó la política española y catalana este año.
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